En muchas ocasiones se define como animales domésticos a algunos animales salvajes por el simple hecho de que han sido capturados, pero realmente continúan siendo salvajes, no domesticables y que no están hechos para vivir en cautividad puesto que la domesticación es un proceso realmente largo que sólo han experimentado algunas especies que tuvieron predisposición a vivir con el hombre, así como por ejemplo, perros y gatos.
Los animales salvajes no necesitan al hombre para sobrevivir, no requieren sus cuidados ni sus alimentos, mientras que los domésticos sí. Los salvajes no interactúan con las personas sino que crecen libres, aprendiendo a cazar y a vivir, mientras que los domésticos si dependen de los seres humanos, han sido domesticados con los humanos y pueden vivir con éstos pues forman parte de una familia o estructura social y tienen uno o varios amos que se encargan de educarles y cuidarles. Si un animal salvaje es criado en cautividad, después será realmente difícil que pueda sobrevivir en su hábitat natural, y al mismo tiempo nunca se comportará como un animal doméstico puesto que su esencia es salvaje. Son animales domésticos de ciudad, por ejemplo, perros, gatos, canarios, peces o hámster y de granja los caballos, las ovejas o las vacas.1. El león
El Rey de la Selva es uno de los felinos de tamaño más grande que existen y es sin duda el animal salvaje por excelencia. Se trata de un animal carnívoro fuerte y poderoso, con unos doscientos kilos de peso de media y cuya estructura social son las manadas. Los machos se caracterizan por tener una gran melena cuyas funciones son las de parecer más grandes y proteger su garganta ante posibles ataques.
2. El lobo
El segundo de los animales salvajes más conocidos del mundo es el lobo. Se trata de un animal del cual proceden el resto de razas de perros, que más tarde fueron domesticados. El lobo es un animal muy activo, con gran ímpetu y con muchas habilidades. Aproximadamente pesan alrededor de 50 kg y pueden llegar a vivir hasta 15 o 16 años. Son unos animales sociales que también viven en manada y se comunican mediante los conocidos aullidos, pero también moviendo la cola y las orejas.

